Ursus arctos

En la cordillera Cantábrica hay más de 300 osos pardos en las Comunidades Autónomas de Asturias, Castilla y León ( provincias de León y Palencia), Cantabria y una pequeña parte de Galicia (Lugo). Históricamente, la población fue reduciéndose hasta finales del siglo XX, pero a mediados de la década de 1990 comenzó un periodo de recuperación que se mantiene en la actualidad. 
 
Aunque los osos pardos tienen una dieta predominantemente vegetariana, también pueden cazar y consumir vertebrados. Se han podido observar y documentar algunos episodios primaverales puntuales de depredación de crías de ungulados por parte de los osos cantábricos. La baja frecuencia de depredación se confirma en los diversos estudios sobre alimentación del oso realizados en la cordillera Cantábrica, en los que los ungulados silvestres tienen una presencia muy escasa, y pueden corresponder en muchos casos a carroñas. Los osos conviven con ganado en el monte, si bien los ataques son escasos. En la cordillera Cantábrica, pueden matar cabras o algún ternero y rara vez alguna vaca. Entre los daños causados por el oso cantábrico a las propiedades humanas sobresalen los destrozos en las colmenas, seguidos en algunas zonas por los daños a frutales, sobre todo cerezos.

Acción

Pastores eléctricos y cambio de trazado en un tramo del Camino Lebaniego Castellano.

Fuente: Fundación Oso Pardo

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